sábado, 27 de febrero de 2010
le musicien
domingo, 21 de febrero de 2010
Ahora que...
miércoles, 17 de febrero de 2010
Gran Sol
"Del noreste al sur de Irlanda, en el Océano Atlántico, se extiende una zona de fondos plateados ricos en pesca. El centro de esta zona es un banco que en las cartas de navegación inglesas se denomina Great Sole y en las francesas Grand Soleil. Las tripulaciones cantábricas de la pesca de altura lo llaman Gran Sol. Entre los grados 48 y 56 de latitud norte, 6 y 14 de longitud oeste, Mar de Gran Sol..."
'Gran Sol', la novela de Ignacio Aldecoa, arranca con esta descripción que sirve de inspiración a Marlango. El tema favorito de Oscar es una canción desgarrada y dura, brumosa, sin concesiones; una canción que te mete el frío en los huesos. Cuenta la historia de un marino y una prostituta, dos vidas solitarias condenadas a la tristeza. El día que se grabó Leonor se quedó sola en el estudio con una sola imagen en la cabeza: un mapa con un suave relieve del Atlántico Norte.
domingo, 14 de febrero de 2010
sábado, 13 de febrero de 2010
Pongamos que hablo de un sábado por la tarde
miércoles, 10 de febrero de 2010
lunes, 8 de febrero de 2010
mi Annie Hall, mi Gioconda, mi Wendy...
viernes, 5 de febrero de 2010
La Mecánica del Corazón
miércoles, 3 de febrero de 2010
Un buen día
y me he quedado en la cama
más de tres cuartos de hora,
y ha merecido la pena.
Ha entrado el sol por la ventana,
y han brillado en el aire
algunas motas de polvo.
He salido a la ventana
y hacía una estupenda mañana.
He bajado al bar para desayunar
y he leído en el Marca
que se ha lesionado el niñato.
Y no me he acordado de ti
hasta pasado un buen rato.
Luego han venido estos por aquí
y nos hemos bajado
a tomarnos unas cañas,
y me he reído con ellos.
He estado durmiendo hasta las seis
y después he leído
unos tebeos de Spiderman,
que casi no recordaba.
Y he salido de la cama.
He puesto la tele y había un partido
y Mendieta ha marcado un gol
realmente increíble.
Y me he puesto triste
el momento justo antes de irme.
Había quedado de nuevo a las diez
y he bajado en la moto
hacia los bares de siempre,
donde quedaba contigo,
y no hacía nada de frío.
He estado con Erik hasta las seis
y nos hemos metido
cuatro millones de rayas.
Y no he vuelto a pensar en ti
hasta que he llegado a casa,
y ya no he podido dormir
como siempre me pasa.