viernes, 18 de diciembre de 2009

Fonseca

Me he licenciado. Hace unos meses me parecía imposible, incluso llegué a pensar en dejar la carrera, pero al final lo he conseguido. Atrás quedan siete largos años y dos meses desde el primer día que entré en la facultad, llena de nervios e ilusiones. Ilusiones que poco a poco fueron en parte desapareciendo, al darme cuenta de que no estaba estudiando lo que de verdad quería y al mismo tiempo verme incapaz de terminar lo que había empezado, viendo como me iba quedando atrás mientras los demás terminaban, y yo... cada vez más cansada. Lo más fácil sería escudarme en que siempre he trabajado a la vez que estudiaba, pero bueno... te terminas acostumbrando y aprendes a valorar el poco tiempo que puedes dedicar a estudiar. No voy a poner el trabajo como excusa, simplemente me atasqué un poco hace un par de años y me ha costado arrancar, pero bueno... se acabó, no me voy a poner ahora a hablar de cosas que no me apetece recordar. Sólo quiero pensar en lo que me quedo de todos estos años, en lo que sí me apetece recordar.
Es curioso... por muy mal que lo hayas pasado o por muchos momentos malos que hayas tenido, cuando todo termina te quedas con lo bueno, el resto desaparece. Por eso, voy a olvidar todas las veces que he empañado las gafas durante este tiempo y voy a disfrutar de este premio, sólo con un deseo... que mi padre, esté donde esté, se sienta un poco orgulloso de mi, lo demás realmente no importa.
No pensaba ponerme melancólica en esta entrada, pero no quiero acabarla sin nombrar a esas personas que siempre me trataron como una más, y que me han regalado momentos inolvidables e irrepetibles que nunca olvidaré. Gracias Inma, Almudena, Marite, Ubieta, Pili Gómez y Maite, y por supuesto Sole. Muchas gracias por todo. Sois únicas y habeis hecho que estos años sean también únicos, sin vosotras no hubiera sido lo mismo, y quizás no estaría escribiendo ahora esto. ¿Escribiendo el qué?... que me he LI-CEN-CIA-DO ;-)



Naval - Yann Tiersen