¿Dónde desembocan los cantos mudos que sólo florecen con una mirada?
¿Cómo mirar cuando sólo tienes ganas de hablar, de sentir, de escudriñar recuerdos que sufren encerrados en el interior de una carcasa que no siempre muestra su luz?
¿Cómo salir de ahí si tu mente te roba las palabras?
El corazón habla, tu mente siente, pero tu boca calla.
Languideces en un suspiro que exhala temor a la incomprensión y traduces lo que sientes en una caricia que no obtiene respuesta.
Un simple roce que para ti es todo pero que para nadie más significa lo más mínimo. Una respuesta buscada pero inexistente. Una palabra que se vuelve a perder en el silencio.
Un silencio puro como las primeras nieves del invierno; un silencio donde la incomodidad no tiene cabida sino los pensamientos más introspectivos y fugaces que de repente se desarman en forma de lágrimas como hormigas saliendo de su refugio tras la llegada de la primavera.
Las hormigas saben cuando esconderse y cuando escapar, saben permanecer en silencio y no dejarse ver cuando no lo desean. Pero a veces, una extraña fuerza les hace asomarse al mundo, huir entre esas pequeñas ranuras que tienen todos los muros y salir hacia afuera, sin quererlo pero sin ninguna intención de evitarlo.
Y allí, en el exterior, crecen con el sol y viajan con la luna en un mundo que sólo ellas conocen y donde el futuro no tiene raíz."
Acróbata del Vacío / Gelisbeth Salander
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