No logré escuchar lo que me decía, sólo recuerdo que desperté y que sentí morir al ver lo que explicaban mis ojos, la vida de siempre, la luz de siempre...el sueño de siempre.
Sin embargo, algo había cambiado.
La niebla cubría las calles y las sombras se habían extinguido para volver a sus hogares. Los pájaros desde sus nidos observaban la ternura de mis pasos sorteando hojas amarillentas de un otoño que no se detenía con el frío.
Pasos cada vez más helados, casi inmóviles, paralizados. Hojas cada vez más densas, más negras, menos amarillas.
Siento miedo, ¿dónde caminar cuando mis pies no caminan? ¿ cuando avanzar cuando no quieres volver a soñar?
Me detengo, una mujer riega las plantas desde el balcón, un niño reparte periódicos en la puerta de un café.
El silencio empieza a agotarse y amanece en la ciudad del amor donde los sueños se hallan en las almas que creen en ellos.
Acaba el otoño, termina el invierno, la primavera dura lo que tarda en llegar el verano. Y yo sigo aquí sobreviviendo, y aprendiendo a descifrar lo que un día me susurró aquel viento que era incapaz de amar."
Acróbata del Vacío / Gelisbeth Salander
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