lunes, 8 de septiembre de 2014

con casio y a lo loco

No tengo Runtastic de ese, ni Endomondo, ni endometrio… (bueno, endometrio creo que sí tengo). Salgo a correr con un simple Casio. El de toda la vida. Aquel que en su día era moderno porque tenía cronómetro (y qué decir del que tenía calculadora, por favor! qué maravilla!). No tengo ni idea de los kilómetros que hago ni de la velocidad a la que voy, que no creo yo que sea excesiva. Tampoco hay necesidad de convertirse en Usain Bolt de un plumazo. Sólo se que después de llevar más de diez años sin hacer deporte, que se dice pronto, es un gustazo volver a sentir la cosilla esta tan gratificante que te da, si no cuentas las pérdidas de pulmones que sufro, que es raro el día que no llego a casa con uno de ellos en la mano. El caso es que engancha, y eso es así, lo diga yo, una mindungui oxidá, o un profesional. Y que la horita esa de desconexión del mundo sienta genial.
Empecé a correr hace un par de meses, cuando me di cuenta que mi vida era demasiado sedentaria y que mis posaderas tenían la misma blandez que la barriga de Homer. Así que tenía que hacer algo, y ya que no tengo un sótano con canastas, como Jordan, y que a los gimnasios la gente va más arreglada que a una boda y que me da pereza ver tanto escote masculino tonificándose, decidí lo más simple, pillarme unas zapatillinas decentes, unas mallas (muy a mi pesar, que las odio) y hala… a correr un poco. El primer día flato cuando todavía se veía el portal de mi casa. El segundo agujetas. El tercero pérdida de pulmón y de gemelos (perdón, de "gemeliers", que ahora está muy de moda ese grupo "musical"), y ya a partir del cuarto… pues como que le vas cogiendo gustillo a la cosa, fíjate. Ya no sólo por el beneficio físico que te aporta, que es tremendo, sino por el psíquico. Estar ese tiempo al margen de tu vida, de tus problemas, de tu móvil y obligaciones… es indescriptible. Tú, tu iPod, la calle y poco más.
Esa era otra. ¿Qué música te pones para correr? Me recomendaron música actual, electrónica, sesiones creadas especialmente para running… Pues nada, igual que me acostumbré en su día a estudiar algunas asignaturas con flamenco (ni os imaginais lo que me ayudaron Paco de Lucía y Camarón con las matemáticas financieras), en el iPod me llevo mi flamenquito, que tanto me anima y que tan a gusto se escucha. No hace falta nada especial, y no hay ninguuuuuuna necesidad de ponerse a Enrique Iglesias taladrándote el oído con que quiere bailar contigo. A ver, chaval… baila con tu madre, que es filipina y tiene mucha clase, pero a mi ya me tienes muy cansá.

En resumen, que nunca llegaré a ser una profesional, ni lo pretendo, ni creo que llegue a correr una media maratón. Corro sólo cuando el cansancio rutinario me lo permite. Tampoco creo que algún día puedas darme ánimos en tiempo real en una sesión de runtastic, ni creo que consiga dejar de fumar del todo (ojalá), ni llevaré unas zapatillas de más de cincuenta euros, ni pulsómetro, ni sesiones musicales específicas. Pero que mola el salir a correr… sí, eso sí te lo digo, y que cada vez hacen menos daño los anuncios de Decathlon… también te lo digo.

Así que vamos allá, objetivo culo duro, por favor! Corramos un rato, duchémonos (que hay gente que no se termina de acostumbrar a eso de la higiene) y vayámonos de cañas a reírnos! Maravilloso todo ;-)






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