domingo, 22 de marzo de 2009

Sobres de azúcar

Es verdad eso que dicen que nunca te acuestas sin aprender algo nuevo. Esta tarde, cuando íbamos a empezar a saborear nuestro cafetillo en la "Sala Aftasí", Marta nos contó una historia curiosa acerca de los sobrecillos alargados de azúcar. Reconozco que cuando he llegado a casa, lo primero que he hecho ha sido buscar si era verdad lo que nos había contado. Sea leyenda urbana o realidad, lo cierto es que tiene "fundamento internauta".

La historia es la siguiente. Cuando pìdes un cafetín en un bar, el azúcar siempre te lo ponen en un sobrecillo. Hay dos formas básicas de sobre, el tradicional y el alargado. La mecánica se supone que es la misma, se agita para que el azúcar se vaya a una esquina, se rompe por el otro extremo y se vuelca sobre el café. Hasta ahí todo parece claro,no? pues no... con los alargados la mecánica es diferente. Por lo visto, un señor (supongo que ese día estaría bastante aburrido) inventó los sobres alargados para que nos resultara más fácil echar el azúcar (bueno, según Marta es que el sobre ancho puede romperse mientras se agita y "endulzar" a la persona que tienes al lado). Entonces... ¿cómo se abren estos sobres? ¿lo he estado haciendo mal toda la vida y nadie me ha dicho nada? ¿cómo puede ser esto!!! dioooooos!!!
Pues bien, lo correcto es lo siguiente: coges el sobrecillo, lo pones en posición horizontal sobre la taza, presionas con los dedos hacia abajo por el punto medio y el azúcar cae en la tacita de manera limpia y precisa. Así de sencillo. Nada de agitar y de rasgar por el extremo, NOOOO!! por el medio y sobre la taza. Según nos contaba Marta, el inventor, debido a que la gente seguía abriendo los sobres por un extremo y comprobando que su invento no había tenido éxito, se suicidó al sentir que había fracasado.

No se si todo esto es verdad o no, lo que sí reconozco es que la historia es curiosa. Asi que ya sabeis, cuando os sirvan el cafelito, té o similar y lo acompañen con un alargado sobrecillo de azúcar, acordaros de este señor y abrirlo como es debido, aunque el momento "agito el azúcar" tiene su punto ;-)


1 comentario:

Kike M dijo...

Descuida que la próxima vez haré la prueba, pero como me endulce yo, me acordaré del inventor (q.p.d.) y de Marta.