domingo, 28 de septiembre de 2008

Un domingo cualquiera

Día perfecto para estar en casa. Otoño, nublado y domingo, incluso ha llovido.
Con el tiempo empiezas a valorar cada vez más días como este, el otoño se vuelve más otoño. Tienes tiempo para pensar, leer, escuchar... desconectar. Móvil en silencio y música bajita. No hace falta nada más.

Antes para mi el domingo era sinónimo de resaca, de las consecuencias del garrafón, de la eterna serie "Rex" de Antena3, de los temidos telefilms de sobremesa, esos que tienen siempre las mismas voces de doblaje y tratan sobre hijos raptados, madres que enloquecen, asesinatos que se descubren al final y cuyo culpable resulta ser el vecino de toda la vida, que casualmente le has notado "cara de malo" desde que empieza la película... Sin embargo, con el paso de los años he pasado a valorar estas cosas, me encanta la tranquilidad de estos días.

Hoy me levantado tarde. Ayer fue la Almossassa, que alargamos hasta pasadas las cinco de la mañana, cuando llegué a casa decidí no poner el despertador a ninguna hora. Ha sido un buen fin de semana. Viernes especial, como todos los viernes, ójala todos los días fueran viernes. Sábado largo, lleno de risas. Ayer vi a gente a la que hacía años que no veía, me encantó volver a hablar de recuerdos que fueron mi presente durante mucho tiempo. Terminamos la Almossassa en el piso. Buenas risas, buenos momentos y gran surtido de galletas, esperemos que pronto se acabe el "piso de arriba" de la caja para que Almudena me deje comer algun barquillo del "piso de abajo", jejeje. Me encanta terminar las noches en el piso. Cómplice de tantas cosas.

Voy a seguir disfrutando del domingo, de su tranquilidad y de las ganas de pensar.

Gracias por este fin de semana, con vosotras es todo muy fácil.









3 comentarios:

Hi! I'm Ruby dijo...

nice pics :)

gelisbeth dijo...

¿?

Kike M dijo...

jejeje, yo no tengo que ver nada, de verdad, jejeje, el mundo bloguero es como una caja de bombones, pero hacía tiempo que no me reía tanto un lunes por la mañana.

Ya no sé que te iba a decir. Ah! sí, que casi nos hemos leído el pensamiento a la hora de escribir.

jejeje